Salvini continúa su diatriba antiinmigrante: "Ahora alguien intentará cancelar la Navidad".

"Creo —y esta es la sensación que tengo— que la Liga logrará un resultado sin precedentes en Apulia, su mejor marca desde que estamos aquí, y no creo que Decaro ni la izquierda hayan ganado ya. Vendola, Emiliano Decaro, siempre son lo mismo de siempre, así que que la izquierda ahora diga que quiere cambiarlo todo después de haberlo gestionado todo durante 20 años no es creíble."
El viceprimer ministro y líder de la Liga, Matteo Salvini, hizo esta declaración ayer en Francavilla Fontana, provincia de Brindisi, desde el escenario de la convención con figuras destacadas de la centroderecha en Bari, donde criticó duramente a la centroizquierda de Apulia. «Está el tema de la sanidad. La gente de Apulia merece más, exige más. Donde gobiernan la Liga y la centroderecha», añadió, «la sanidad y las listas de espera son significativamente menores que en Apulia hoy en día. Por eso creo en ello».
Quiero decirles a los habitantes de Salento y Apulia que estoy aquí antes de la votación, pero seguiré aquí después. Todavía tenemos —concluyó— un año y medio de retrasos en la infraestructura de carreteras, autopistas y ferrocarriles. Apulia tiene mucho terreno que recuperar. Apulia es una tierra acogedora, Italia es una tierra acogedora. Italia fue tierra de emigración para nuestros abuelos, pero desde Apulia, y desde Italia en general, no íbamos a casas ajenas imponiendo nuestra forma de ser, exigiendo «Quiero esto», «Quiero aquello». Nuestros abuelos daban las gracias, pedían «por favor», jamás se les ocurrió pedir cambios en las leyes, costumbres, culturas, idiomas, religiones o tradiciones. Por eso, repito en voz baja: «Quienes vienen aquí no a integrarse, no a traer su cultura, sino a imponerse, a atacar, a ofender a quienes no respetan nuestras leyes y tradiciones, ¡que se larguen de aquí!». Lo digo con la mayor sobriedad y serenidad”, reiteró Salvini, respondiendo a una pregunta de los periodistas sobre si consideraba duras las declaraciones que hizo ayer en Bari.
«Respeto a quienes me respetan. Los fanáticos islámicos no están aquí para integrarse, ni en Brindisi, ni en Roma, ni en Milán. Están aquí —añadió— para arrebatarnos nuestro pasado, nuestro presente, nuestro futuro. Se acerca la Navidad: apuesto a que todavía habrá quienes digan: "¡Basta ya del belén, basta ya del Niño Jesús, basta ya de la Navidad! ¿Para qué acoger, para qué integrarnos?". Quien cancele la Navidad no actúa con inteligencia, ni por nosotros ni por nuestros invitados. Así que repito, con la mayor seriedad, que quien venga aquí y no respete nuestras leyes y tradiciones —concluyó Salvini—, puede regresar a su país con un billete de ida. No los echaremos de menos».
La Repubblica



